Base, en medio del espacio.
Rhye se encuentra en la sala de mando organizando la base un poco. Noin y Zero se encuentran con ella.
Erhia encerrada en su cuarto como una niña caprichosa. Uno de los soldados intentaba que la chica le abriera la puerta para que la reunión diera comienzo.
- disculpe… señorita Erhia, ¿sería tan amable de abrir la puerta?
- vete al carajo o te frío esa cabeza que tienes-respondió con sequedad desde adentro.
El soldado suspiró mientras daba media vuelta.
Mientras, en la sala de mando.
- ¿pero que mierda creéis que es esto? ¿Un crucero? ¡Poned este trasto en marcha!- se quejaba Rhye mientras gritaba y lanzaba cosas a los soldados. Estos la miraban con terror.
El chico que había intentado que Erhia saliera entró por la puerta.
- capitana... la vidente no quiere salir de su cuarto ni quiere comer nada...
-…por lo tanto la reunión no podrá realizarse- dijo otro soldado
Los ojos de la capitana, que ya de por si eran rojos, parecían lava.
-¡¡¿pero quien se cree que es esa niña?!!- la capitana se acercó a uno de los súper ordenadores y tecleó un par de veces- al parecer no conoce a Rhye Diane…
Los soldados temblaron, conocían a la perfección a la capitana del planeta de la nieve… fría y dura como un iceberg.
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La chica de rojo cabello estaba sumida en sus pensamientos tirada en su cama, había colocado todos los muebles frente a su puerta para que nadie entrase y había cerrado todas las ventanas. Ahora solo veía la foto de ella y sus amigos, Kemux y Zehmk.
- los hecho de menos, tarados - dijo abrazando la fotografía. Sus ojos eran pozos grises de tristeza.
Un sonido metálico la devolvió al mundo real, la cerradura se había abierto, ahora solo los muebles obstaculizaban la puerta.
Unos fuertes golpes se oyeron al otro lado seguida de una no muy amigable voz
-¡¡¡abre de una maldita vez la puerta!!!
- creo que es mejor dejarla sola- se oyó la voz del príncipe de la oscuridad
- cállate Nomi!!- le calló la fría voz de la capitana
- quieren cerrar la maldita boca!! no ven que alguien quiere dormir y pensar un poco - dijo tapándose la cara, se sentía extrañamente ligera.
Los golpes insistían.
- o quitas esos muebles de la puerta o ves pidiendo unos nuevos porque los voy a convertir en astillas!!!
- no te regañaran por eso generalita? no se supone que ustedes siguen reglas? - dijo mordaz mientras se sentía cada vez más ligera. - además, rompe paga.
Unos pasitos se sintieron tras el príncipe y la chica de hielo, era el hermano de Erhia, el científico prodigio Keziah.
Los soldados se inclinaron cordialmente
- mi hermana esta molestando - pregunto con tranquilidad
- no… bueno… es que…- intentó decir uno pero los gritos de la capitana no le dejaron continuar.
- y quien es tan repelente se merece un buen golpe!!!- gritó la capitana mientras apretaba el puño y unas cuantas venas aparecían en su frente.
Los soldados retrocedieron.
- va a despertar…- murmuró uno
- a cubrirse!- gritó otro
El cabello de la capitana comenzaba a tornarse blanco.
- contaré hasta tres!-le advirtió
- cuenta hasta mil si deseas no me importa, solo déjame tranquila - dijo mientras se sentía cada vez más ligera y flotante.
-muy bien, tu lo has querido- dijo la chica mientras se ajustaba sus guantes negros y los soldados se escondían donde podían- luego no me digas que no te lo advertí!- grita antes de golpear con el puño la puerta de hierro con firmeza y decisión.
La puerta al principio pareció aguantar pero el impacto fue desastroso. Hierro y madera por igual quedaron esparcidos por el corredor.
- insisto, tu pagas - dijo mientras seguía en sus pensamientos solo que sentía que no tocaba nada tan loca y fuera de si estaba?
- hermana deja de ser tan testaru… ESTAS LEVITANDO??!!- grito el niño al ver a su hermana flotando a varios metros del suelo.
La capitana entró en la habitación y se cruzó de brazos.
- si querías meditar haberlo dicho, hay una sala especial para eso… ¡pero no me toques las narices con tus caprichos!
- le-levitando!!!?? - chillo al verse suspendida en el aire - WAAA BAJENME!!!!!!!!!! - volvió a gritar aterrada - tengo vértigo!!!!!!!!!!!
- eso NO se ve todos los días - dijo el príncipe mientras veía a la vidente agarrada aterrada a la lámpara del techo.
- -.-UUU dios… por qué a mi?- preguntó la capitana mientras una hermosas alas de plumas nacían en su espalda y esta se alzaba unos metros en el aire hasta llegar junto a la pelirroja. La chica vio su salvación y se lanzó con los brazos abiertos hacia la, ahora, morena. La capitana no pudo soportar tal impacto y ambas cayeron al suelo una encima de la otra.
- que me esta pasando - le pregunto mientras que sus ojos estaban de un color casi blanco, demostrando su miedo - p-p-p-porque estaba flotando??????
- en verdad es extraño… la única que puede volar con simpleza es la capitana Rhye-dijo el príncipe.
La chica en cuestión se incorporó llevándose una mano al mentón, pensativa.
- es posible que tengas poderes ocultos que aun tengas que descubrir… a mí también me pasó. Me desperté una mañana y oh! Sorpresa! Podía volar.
- ya… pero he oído que los Glacialheeanos aprenden a volar con solo 20 años…¬¬ , está en su naturaleza, no aprenden a los 129.
- Keziah tu eres el científico loco de por acá!!! Sabes que mierda me pasa??? - de la nada las bombillas de las lámparas explotaron.
- quien rompe paga- dijo la capitana sonriendo de lado.
- tu rompiste los muebles, es un poquito mas caro y además… YO NO HE ROTO ESO - dijo agarrándose la cabeza.
- hermana… ponías atención en biología??? - pregunto el pequeño peliazul con una mano en el puente de la nariz
- sabes que jamás tome atención en clase - dijo con cara confundida.
- biología? Es algo genético?-preguntó Rhye
- mas o menos… te enseña el desarrollo biológico, genético y social de las especies de un planeta o de otros dependiendo del grado en que estés- dijo el niño mirando con reproche a su hermana - bueno, lo de nuestra raza podemos levitar, mover cosas con la mente, leer mentes y derivados, dependiendo de nuestras habilidades- recito
- o sea, QUE SOY MAS FENOMENO QUE ANTES!!! - grito desesperada la chica para echarse a reír - tengo que contarles a Kenux y a Zehmk esto de inmediato - dijo levitando de felicidad.
- ¬¬ esto parece importante… habría que hacer un estudio de nuestras diferentes razas-mirando al príncipe y al chico de pelo plateado- así no nos llevaremos sorpresas- ordenó la capitana.
Unos cuantos soldados, los pocos que habían permanecido cerca, asintieron antes de desaparecer.
- que no soy conejillo de indias - agarro a su hermano y lo levanto - usen al mocoso.
- heeey!!-gritó el chico
- por lo pronto nos someteremos a unas sencillas pruebas- dijo la capitana agarrando a la chica del brazo- vamos- arrastrándola con una fuerza sobrehumana la sacó de la habitación.
- noo me raptan, me tratan de violar auxiliooo auxilliooo - gritaba la pelirroja de orejas puntiagudas.
- que violar ni que narices!! Deja de decir idioteces y andando!!- se gira hacia los dos chicos- vosotros dos! Os quiero ver delante de mí!!- ojos en llamas.
Ambos asintieron algo intimidados y siguieron a la capitana y a la histérica pelirroja.
El hermano menor solo suspiro.
- y pensar que es una mujer – murmuro
- por que dice eso? - pregunto el príncipe de la oscuridad curioso
- una mujer en mi planeta jamás haría tanto escándalo- dijo aburrido.
- gracias por ayudarme hermano… me las pagaras luego - dijo enojada - y tu suéltame que me haces daño y… que haces escribiendo? O.O
- anoto tu comportamiento…- dijo sin despegar la vista de la carpeta.
Los cinco, escoltados por dos soldados, llegaron a una sala totalmente blanca
- uaaahhh!! Manicomio!!!- grito la pelirroja- ayuda no estoy tan loca aun - dijo.
De la nada una nube de humo apareció y Rhye dejo de sentir la mano de la muchacha de piel verde.
- que demonios!!! - exclamo la morena - donde te metiste adivina del demonio? Esto me está superando por momentos- suspira- maldita cobarde… ya saldrás!!!- gritó a la nada.
Mientras en el pasillo.
- muahahaha me encanta poder cambiar mi tamaño - dijo una pequeña niña renascenssiana que volaba por el pasillo lo único peculiar era su melena anaranjada.
- ehhh!! Que hace una niña por aquí?- gritó uno de los guardias a su espalda. La pequeña corrió a esconderse.
- que demonios!!- gritó la capitana- que alguien la busque inmediatamente y me la traiga!! Tenemos que empezar con las pruebas para saber que poderes tiene cada uno!!!
- a la orden!- gritaron dos guardias en pose militar.
El pequeño científico grito:
- busquen a una niña pequeña!!!
- porque a una niña pequeña?? - pregunto el príncipe
- modo de resguardo energético renescenssiano... así nos evitamos agotamientos inútiles y nos es más fácil escondernos.
En ese momento un guardia entró respirando agitadamente.
- mi capitana, es posible que no me crea pero acabo de ver a una niña pequeña por los pasillos volando… ¡¡no estoy bebido!! Lo juro!!- gritó el soldado.
La capitana lo apartó de la puerta de un empujón y miró a ambos lados del pasillo.
- traedme a mi pequeña- dijo a la única soldado que se encontraba en la sala, Liea, que asintió y desapareció por una puerta.
- tu pequeña?- preguntó el príncipe.
Al segundo la soldado apareció con una espada de color negro enfundada.
- me voy de caza, no me esperéis despiertos!- les guiñó el ojo para después desaparecer ante la asombrada imagen del príncipe y el otro muchacho.
- ha desaparecido?
- negativo, se ha mimetizado con el entorno, ahora nadie puede verla- dijo el científico.
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- menuda mierda- dijo la pelirroja en un extraño jardín interior, estaba escondida - por lo menos es un buen lugar para recuperar el aliento - dijo mirando las plantas, todas se veían felices en ese ambiente y ella amaba la naturaleza.
Miro sus manos, odiando que de ellas saliese ese fuego que todo lo destruía
- odio ser esto - dijo recostándose en la rama más alta de un árbol
Al rato se quedo profundamente dormida.
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Mientras, en uno de los pasillos del último piso.
La capitana caminaba pegada a la pared adoptando la forma y el color de la misma. Los soldados pasaban a su lado sin ni siquiera notarla.
Le encantaba esa habilidad ya que cuando se sentía agobiada o la perseguían para mirar informes y arreglar asuntos ella simplemente desaparecía.
Camino mas despacio hasta llegar a la última puerta, suspiró, sabía que la pelirroja no estaría allí pero necesitaba un momento de paz.
Abrió la puerta y la luz del sol la cegó por unos instantes. Una enorme pradera se posaba ante sus ojos, era una sala interior donde podías pasear como si estuvieras en la superficie, respirando aire fresco y recibiendo los rayos del sol.
Odiaba el calor, pero tampoco era malo de vez en cuando recibir ese calor.
Alzó la palma de la mano y una ligera brisa meció su melena negra, le gustaba ese poder recibido de dios sabía donde, a veces era muy útil. Otras veces le ocasionaba algún que otro problema, sobre todo cuando aparecía un tornado en mitad del pasillo…
- capitana!!!- se escuchó fuera de la sala.
La Glacialeana suspiró antes de volver a mimetizarse con el entorno y salir en busca de la pequeña pelirroja.
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Mientras tanto en el jardín.
La chica de piel verde estaba profundamente dormida, tanto, que había pasado a su estado normal, pues no tenía energía que recargar así que era bastante notoria su presencia en el árbol y al mismo tiempo su cuerpo comenzaba a emitir calor, producto de la pesadilla que estaba teniendo.
- aja!!!! Por fin te encontré!!- gritó una voz que provenía de lo alto del árbol.
La renascenssiana abrió los ojos de golpe, del susto su cuerpo emitió una onda de calor que chamusco las hojas más cercanas. La capitana tuvo que saltar en el aire para esquivarla, se detuvo en medio de aire y se acercó lentamente a la pelirroja.
- no seas tan terca y vuelve con nosotros, parece que no te encuentras bien, deja que te ayude- le dijo sonriendo lo mas amablemente que podía.
Se abrazo a sí misma y vio el chamuscado de las hojas
- en que me vas a ayudar? a que me pongan cables en todo el cuerpo y que me estudien como a un pobre animal? - gruño - no gracias antes prefiero casarme - dijo mientras un escalofrío recorría su cuerpo con solo nombrar el dichoso evento. Miro a las hojas y las toco con delicadeza - perdón - les susurro.
- sabes que no voy a ponerte cables por todo el cuerpo, son solamente unas sencillas pruebas que te pondrán a prueba para que podamos saber que poderes tienes. Después de todo somos esos tales elegidos y, aparte de los poderes de raza que ya poseíamos, tenemos otros nuevos… no sabemos como de peligrosos.
- solo se que puedo quemar cosas con eso ya tengo suficiente - dijo mirando sus manos con odio - a diferencia de ustedes tres yo odio tener estos poderes, yo odio ser una elegida, odio esta maldita nave, odio este maldito traje y odio el hecho de que no puedo volver a casa, si pudiese te daría mis poderes así serias mas fuerte de lo normal su real general - dijo con aire sarcástico.
La capitana frunció el ceño.
- no, gracias, no me gustaría volverme más fuerte. Además, odio el calor- dijo encogiéndose de hombros- me gusta poder volar, pero al mismo tiempo me aterran los tornados y las ventiscas, en mi planeta había mucho de eso y me aterraban, en una de esas ventiscas mi madre desapareció. Así que no creas que me agrada representar al aire. Y ahora andando- dijo mientras se posaba en la rama y le tendía la mano- prometo que nada de cables y, si está en mi mano, prometo ayudarte a controlar esos poderes si tú a cambio dejas de ser tan gruñona.
- no quiero controlarlos!!! quiero que desaparezcan!!!! esto y las estúpidas visiones, el tatuaje en la espalda TODO - grito molesta - y soy gruñona por que así me hizo el mundo - dijo saltando de la rama y cayendo de pie - venga, no te haré rabiar mas por hoy, pero mañana tendrás una ración doble de venitas en tu linda frente - dijo con una sonrisa perversa.
La capitana siguió sus pasos aterrizando firmemente y con elegancia en el suelo.
- eso lo veremos- dijo sonriendo de lado y caminando hacia la puerta seguida de la pelirroja.
En pocos minutos llegaron de nuevo a la sala.
-bien chicos, es hora de empezar las pruebas. Primero, raciales. Soldado- llamó al más cercano- toma apuntes, limpio y legibles, entendido?
El joven asintió algo temeroso.
La pelirroja se sentó
- pregúntenle a mi hermano cuales son, es mas fácil que hacer pruebas - dijo recostándose contra la pared.
- hermana - le reprocho el menor
- mocoso mandurron - gruño
-paz- dijo la capitana- empecemos por el principito Nomi
El chico gruñó.
-adelante, comenta un poco tus habilidades, soldado- le recordó, el soldado se puso firme y atento.
- genes de bestia, intimidación, garras, colmillos, piel ultra resistente, buena vista, olfato, oído, velocidad, fuerza, etc - dijo aburrido.
La pelirroja rió.
- eres como un perrito - el chico le miro con mala cara.
- bromas aparte- dijo la capitana con una sonrisa- todo apuntado… ahora, habilidades proféticas, las que conozcas.
- control de tierra y puedo curar heridas
- perfecto, ahora… el mudo- dijo mirando al platino.
- no soy mudo, solamente que no me gusta hablar cuando no es necesario hacerlo- dijo el chico fulminando con sus ojos grises a la morena.
- como tu digas, ahora cuéntanos un poco sobre tus habilidades aparte de no hablar mas de lo necesario
- parece ser que la capitana no se lleva bien con el hemófido- dijo uno de los soldados a su compañero que asintió con la cabeza.
- quien os ha mandado hablar!!!???- gritó la capitana.
- bien, puedo ver en la oscuridad, tengo buen olfato y alcanzo velocidades extraordinarias. Fuerza sobrehumana y buenos reflejos, ágil, astuto. Un buen cazador.
- como un vampiro, vamos- dijo la chica- ahora las proféticas.
- no te enojes tanto Rhyecita, que te vas a arrugar - dijo en un murmuro chibi-Erhia que estaba flotando por ahí
- no me arrugo… ¬¬
- manejo el agua -concluyó el platino
- genial… enana?- pregunta girándose hacia la chica, le tocaba a ella decir sus poderes.
- pues los raciales no me los se ^^U- dijo con una sonrisa - me acabo de enterar hace un rato que los tengo.
- es capaz de flotar por ahí a voluntad, tener la capacidad de mover cosas con la mente, leer las mentes ajenas y crear ilusiones- dijo su hermano- aunque estas habilidades no funcionan con los de nuestra misma raza, también tiene la habilidad de transformarse en una niña pequeña para no gastar energía.
- genial… proféticas de fuego-dijo la capitana- terminó, podéis retiraros…
- capitana!!!! Una misión!!!- gritó un soldado
- vale, no os retiréis ¬¬, habla.
- bien, la inútil se pira lari la - dijo levitando a la salida. La capitana la agarro del cabello - Que soy una completa inútil!!!!!!
-y??? mejor, las balas irán a por ti- dijo la morena sin soltarla- pero tu te quedas, habla soldado.
- T_____T – lloriqueo
- tenemos la misión de proteger a una princesa hasta el día de su matrimonio- dijo revisando los informes.
- genial no puedo ni protegerme a mi misma y tengo que proteger a otra????? simplemente genial - murmuro enojada mientras levitaba de cabeza
- , bien, rumbo al planeta de la princesa esa…- dijo la capitana- más detalles después de dormir!!!!- gritó antes de salir corriendo de la sala en dirección a su habitación.
- no te es incomodo flotar así? - pregunto el príncipe mirando extrañado a su compañera de equipo.
- no, tengo que irme al jardín - dijo flotando aun de cabeza en dirección al jardín interior.
El platino salió sin decir una palabra de la sala en dirección a su habitación.
El príncipe refunfuñó para después desaparecer también.
